viernes, 21 de marzo de 2008

Compañía

Detrás de cada mounstruo de programación avanzada, siempre hay un malvado pelirojo operando su relojería vía inalámbrica.

1 comentario:

Ombligo-Mandinga, de José Velasco dijo...

sigue en las andadas del Paggliaci querido amigo..